De aquel cojón...

De mil tormentos mi alma llena
El cuerpo de suplicios castigado
Luché en la noche sempiterna
Más ni fui cautivo ni apresado.
Que soy hombre de palabra
Cuanto os digo no es comento
Que ante mi la muerte macabra
Vino en corcel; tornó en jumento.
Que nada hay que a mi seso turbe,
Ni vil sombra que me amedrente
Ni hombre o mujer en esta urbe
Que no alábeme por ser valiente.
Más hay un horror de acontecido
Que dejome el mi pecho helado
Que dejó el mi valor vencido
Y el mi gran honor vilipendiado.
Aquel ser que Martínez llaman
En un pueblo de Castilla nacido
Al que los demonios reclaman
Como su príncipe aún perdido.
Vino a morar a los mis montes
Bajo juramento al mi señorío
Da igual el caballo que montes
Yo soy el señor tu el jicherío.
Aclarado este ordinario punto
Dejele de tierra un poco della
Creí zanjado el villano asunto
Y márcheme junto a la mi bella.
Más el tal Marcos el campesino
Resulto ser de bizarros modales
De costumbres toscas cual pollino
Asustabame a los mis zagales.
Era un hombre sucio e inmundo
Que gustaba ante todos mostrarse
Tal como dios lo trajo al mundo
Sin las sus raras partes taparse.
Pero escucha aquí lo que te digo
Pues esta visión causa espanto
Tiene un cojón como un higo
Y el otro como os lo adelanto:
De tamaño colosal es el huevo
Que de entre sus piernas pende
Y para describillo bien yo debo
Espantar el mi asco por ende.
Que tien el cojón de pelos lleno
Y que los peina por costumbre
Cuéstame imaginar el relleno
De semejante podredumbre.
Que las mozas al verlo lloran
Los muchachos huyen prestos
Todos al vil huevo deploran
Pero para cortalo no hay arrestos.
Y es aquí que al señor todos llaman
Para que defenestre el tal cojón
Que esta noble cosa reclaman
No hay quien soporte su visión.
Y Salí pues a mi campo yo solo
Con la mi espada fuerte en mano
A buscalo presto allí donde violo
Por ultima vez un viejo gitano.
Y allí estaba el infecto maldito
De ropa la carne desprovista
Dábame la espalda; yo le grito
Diose la vuelta y quedó a la vista,
Su cojonazo negro y gigante.
Madre mía del amor hermoso
Jamás en mi vida me vi ante
Semejante cojón espantoso.
Y reía alto el puto mal nacido
Balanceando ante mi el huevo
Trate de cumplir mi cometido
Más mi valor grande no pruebo.
Que al mirarle los sus cojones
Dejo la espada, huyo despavorido
Atormentado por las visones
De aquel cojón por mi aborrecido.

4 Responses to "De aquel cojón..."

kele dijo... 1:51 p. m.

....And I will strike down upon thee with great vengeance and furious anger .....

alvarito dijo... 7:09 p. m.

Tienes auténtica admiración por el cojón de Marines. Cuando se muera seguro que te lo cuelgas en el salón de tu casa, encima de la tele. Hasta le has escrito este poema, del tipo de los que te hacía aprenderte Villavieja al dedillo...

Don Vitorio dijo... 7:25 p. m.

Debo reconocer que la lección de fotochó que nos dio Marcos el otro día fue excelente, pero esto me ha llegado al alma, la venganza ha sido justa y la batalla noble.

Estos son mis muchachos.

Mark dijo... 6:26 p. m.

Jimbo, be ready, my friend....
Beware of the egg!!

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