No country for old men

No he leído el libro en que se basa, que parece ser que es un libro recomendado para leer pausado. Lo primero que puedo decir, es que la película merece la pena verse en unas ciertas condiciones, dentro de las cuales destaco: con calidad decente, quizás doblada, porque tiene un inglés endiablado en momentos, del tirón, y prestando cierta atención a todos los momentos y diálogos. Digo esto porque actualmente tengo dificultad en encontrar un hueco para ir a una sala grande, debiendo conformarme con una algo pequeña, y porque debido a ciertos menesteres, he debido ver la película en tres fascículos, lo que hace perder el ritmo. Es una película de ritmo pausado, pero sin pausa, si se me permite, volviendo a lo mejor de los Cohen, después de los dos últimos fiascos, ritmo que recuerda a Fargo o Sangre Fácil, donde un inquietante Javier Bardem va sembrando cadáveres sin que le suponga gran carga emocional, donde cada actor brinda unas estupendas actuaciones y donde todo se va hilando para dejar al espectador, mientras salen las letras de crédito, mirando fijamente la pantalla quizás con la boca ligeramente abierta, para luego mirar a su acompañante, si es que lo hubiere, en un respetuoso silencio, y proponerse volver a ver la película.
Bravo por los hermanitos, que vuelven fuerte sin decepcionar a sus seguidores.